John Locke, una de las figuras más influyentes del pensamiento británico, enriqueció la tradición
empirista iniciada por Bacon. Dotó al empirismo de un marco sistemático gracias a la publicación
de su Ensayo sobre el entendimiento humano (1690). Locke atacó la creencia racionalista
predominante de que el conocimiento era independiente de la experiencia. Aunque aceptó la
división cartesiana entre mente y cuerpo y la descripción mecanicista de la naturaleza, reorientó la
filosofía desde el conocimiento del mundo físico hacia el estudio de la mente. Con esto hizo de la
epistemología el principal objeto de interés de la filosofía moderna. Locke intentó reducir todas las
ideas a simples elementos de la experiencia, pero al distinguir entre sensación y reflexión como fuentes de la experiencia, determinó que la sensación provee el material para el conocimiento del
mundo externo y la reflexión aporta el material para el conocimiento de la mente.
Aunque no fue un escéptico, Locke gozó de gran influencia en el escepticismo del pensamiento
británico posterior al reconocer la vaguedad de los conceptos de la metafísica y señalar que las
deducciones sobre el mundo al margen de la mente no pueden ser probadas con certeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario