viernes, 20 de junio de 2014

EL EXISTENCIALISMO REPRESENTANTES - II

Tentación, que no puede venir de fuera. Al respecto, la prohibición es puesta por Adán mismo. El yo es una relación consigo mismo. La conciencia de Adán como al de todo hombre, es dual: una parte de la conciencia pronuncia y la otra recibe la prohibición. También debe ser suprimido el tentador para lo cual Kierkegaard se apoya en un pasaje bíblico del Apóstol Santiago en el que dice que Dios no tienta a nadie y ni es tentado por nadie, sino que cada uno es tentado por sí mismo. Es aquí entonces donde, al suprimir al tentador, aparece la angustia. La cual tiene el poder fascinador que otros atribuyen a la astuta serpiente; y en medio de la angustia surge el pecado. El yo se ha destacado sobre su naturalidad, se ha existencializado. 

El Hombre. En el campo antropológico plantea que el hombre no alcanza su realización progresiva, sino que en el yo se dan riesgos y saltos. Propone, pues, tres estadios que según él se dan en la vida del hombre. 

• El Estadio Estético: El cual es el momento del placer escurridizo en la búsqueda desesperada del hedonismo, es el constante presente y superficial que no posee ningún vínculo con lo trascendente. 

• El Estado Ético: Es cuando se vive de acuerdo a los principios morales, ordenando su actividad y conducta con base en el deber. El deber es para el individuo práctico el imperativo general al cual debe ser obediente. 

• El Estadio Religioso: Constituido por la paradoja de la fe, al mismo tiempo ésta paradoja es un escándalo ético, ya que es detener la razón y la ética para apoyarse simplemente en la fe. El acercamiento a Dios lo posibilita la angustia, de la cual se sale por la fe en él.

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