miércoles, 11 de junio de 2014

HISTORICISMO REPRESENTANTES - II

Johann Gotfried Herder, su Pensamiento.- Presenta su concepto de historia como una manifestación de la humanidad, que desarrolla su posibilidades y su potencialidad en las etapas del proceso histórico que consiste en un desarrollo biológico, semejante al de los organismos vivientes, los cuales conservan su unidad y su continuidad a través de la sucesión de los cambios y transformaciones como la infancia (oriente, historia de los patriarcas), adolescencia (cultura egipcia y fenicia), juventud (Grecia, que representa la edad de las artes, de la armonía, la curiosidad por saber, el patriotismo y la conquista de la libertad). La virilidad corresponde a Roma (austeridad, dominio y poder), la madurez (irrupción de los bárbaros, Edad Media), la senectud (decadencia). Su valor científico no es muy grande, pero la ruptura que Herder hace con la historiografía de la ilustración, que se complacía en presentar el pasado como una serie de etapas de progreso hasta culminar en la plenitud de su propio tiempo. Herder opone un ideal de formación fundamentalmente ético, tal como se dio en la antigüedad, a la instrucción enciclopédica, práctica y mecánica que descuidaba formar verdaderas personalidades y hombres libres. Su división y exposición de la historia carece de valor científico, él dice que el hombre es una inteligencia servida por órganos. 
La psicología debe basarse en la fisiología. Tiene un sentimiento de Dios como realidad suprema y causa universal de todas las cosas: "Dios está todo en sus obras. Hay que ver a Dios todo entero en cada cosa y en cada punto de la creación". De aquí resulta un orden, una belleza y una armonía universal. Herder dice que el espacio y la personalidad no pueden ser atributos de un ser finito, todo viene de Dios y todo está sujeto a la causalidad universal divina, mediante una necesidad racional. Por esto, todo es perfecto dentro del grado que le corresponda, tanto en el orden físico como en el moral, toda la realidad es una expresión del poder, la belleza y la bondad de Dios. También nuestro filósofo dice que "todas las cosas del mundo tienen una filosofía o una ciencia, esta filosofía no debe basarse en especulaciones abstractas ni metafísicas, desligadas de la naturaleza y de la experiencia, sino en las intenciones de Dios que aparecen esparcidas por la gran cadena de sus obras, en la naturaleza y en el mundo". 
El hombre es la expresión más perfecta de la organización sobre la tierra, dotado de alma espiritual, racional y libre; por ello, la balanza del bien y del mal, de lo falso y lo verdadero, depende de él: él puede averiguar y debe elegir. La perfección del hombre consiste en desarrollar en sí mismo la humanidad, la cual es imagen y expresión del Creador. La religión es la suprema humanidad y la flor más sublime del alma humana.

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