miércoles, 20 de noviembre de 2013

Procesos cognitivos - II

3.2 Atención 

Constantemente estamos rodeados por una cantidad inmensa de estímulos, estímulos que van desde la ropa que llevamos puesta, hasta la cantidad de luz que hay en la habitación donde estamos. Todos estos estímulos son capaces de activar nuestros receptores sensoriales. Esto quiere decir que todos ellos son capaces de ingresar a nuestro sistema cognitivo; sin embargo, no podemos dejar que todos ellos ingresen al mismo tiempo, ya que si sucediera eso no estaríamos controlando la información que ha ingresado y por lo tanto tampoco estaríamos seleccionando la información que consideramos más importante, por ello se da la atención. 
La atención es la concentración en un foco determinado, es decir que de todos los estímulos que nos rodean trataremos de recoger información sólo de algunos, para ello será necesario maximizar la información de ese estímulo y reducir la de los demás. Cuando la atención está activa en un objeto determinado, sólo la información que se considera importante ingresa y el resto de la información queda reducida. La atención que nosotros podamos aplicar a determinados estímulos depende de muchos factores. Entre estos factores se distinguen especialmente dos grupos: a) Los factores objetivos, y b) Los factores subjetivos. 
Los factores objetivos se refieren a las propiedades físicas de los estímulos como: El color, el contraste, la novedad, la intensidad del estímulo y los cambios súbitos. Estos factores son considerados como objetivos porque afectan a la mayoría de las personas logrando activar su atención, aunque sea por algunos segundos. El tipo de atención que se podría activar gracias a estos factores es la atención involuntaria, ya que no hay intención directa o expresa por atender pero el estímulo tiene cualidades que activan nuestra atención.Los factores subjetivos son aquellos que pueden variar de una persona a otra. Dependiendo de los intereses que tenga cada persona se puede activar su atención hacia un estímulo o hacia otro. Se reconoce que son dos las variables subjetivas que pudieran activar la atención, la expectativa y la motivación. Estos factores logran activar la atención voluntaria, es decir que a partir de lo que una persona cree que verá o según el interés que tenga en el estímulo, éste activará su atención de forma controlada. 
Otras clasificaciones que se hacen con respecto a los tipos de atención, mencionan a la atención selectiva, que sería la capacidad de seleccionar voluntariamente un foco de atención y mantener su intensidad en contraste con los demás. Este tipo de atención se relaciona también con la atención sostenida. Este tipo de atención se refiere a la capacidad de sostener la atención por periodos más prolongados de tiempo

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