4.2 Tipos de emociones y sus manifestaciones conductuales
Inicialmente se describieron cuatro emociones básicas: la ira, la alegría, la sorpresa y el miedo.
Muchos de los relatos griegos basan las reacciones de sus personajes en estas cuatro emociones.
En la actualidad hay diferentes posturas sobre cuáles son las emociones básicas, y aunque algunos
autores han llegado a nombrar hasta ocho emociones, nosotros tomaremos seis de ellas, las
cuatro básicas y dos que han tenido una buena aceptación como emociones secundarias.
a) La ira. Esta emoción se activa cuando un objeto o evento enoja a la persona al punto de hacer
que ésta pierda el control de sus acciones. Las conductas que se pueden observar en este tipo
de emociones incluyen golpes a objetos o personas, una inclinación del cuerpo hacia adelante,
la formación de puños aunque no haya golpes, gritos y/o gruñidos. Esta es una de las
emociones más perjudiciales para la salud, por ello es bueno aprender a controlarla y evitar
los efectos negativos
b) La alegría. Esta emoción se activa cuando el objeto que la genera es valorado como positivo o
cuando las consecuencias de su presencia se vinculan con eventos o consecuencias felices.
Esta emoción logra activar centros de placer en el cerebro, por lo que las respuestas
fisiológicas son valoradas como positivas por sí mismas. Las conductas que se manifiestan
incluyen muecas en el rostro, sonidos de sonrisas, vivacidad en la mirada, activación general
del cuerpo por moverse (en algunos casos la necesidad imperiosa de saltar). La alegría, como
emoción, es muy saludable para el organismo.
c) El miedo. Esta emoción se presenta cuando el objeto o la situación que la activa motiva la
retirada del organismo. Usualmente existe la presunción de que dicho evento puede generar
daño o que se aproxima algo desagradable. Las conductas que se manifiestan son conductas
de evitación, como ser: salir de la habitación, huir, encorvar el cuerpo, generar movimientos
acelerados, taparse los ojos o mover la cabeza a otro lado, etc. Este tipo de emoción genera
mucha angustia y desconsuelo, a nivel fisiológico genera que se libere una gran cantidad de
adrenalina, por lo que la persona puede actuar en un nivel extremo de miedo, con la anulación
de sí mismo como en el caso opuesto, con ataques hacia otros. Si es una emoción que se
experimenta con cierta frecuencia, lo más sano será buscar ayuda para enfrentar al objeto que
la genera o aprender a controlar los efectos.
d) La tristeza. Esta emoción se produce cuando el objeto activador indica que algo valorado ha
terminado o un deseo o una esperanza queda anulada. Aunque el llanto está asociado a la
tristeza, se trata más bien de una emoción más silenciosa, con menos manifestaciones
corporales, incluso es una de las emociones en las que las conductas expresivas consisten
básicamente en anular otras formas de expresión. En la tristeza, la persona no sonríe, agacha
la cabeza, camina lento, llora cuando la tristeza es desbordante.
e) Sorpresa. Esta emoción es activada por un objeto que no era esperado y/o que cuando
aparece presenta tanta información o de manera tan impactante que la persona no llega a
identificar todos los rasgos de esta información o del evento ante el cual se encuentra. Las
conductas que expresan esta emoción son más faciales que corporales: la persona abre los
ojos, la boca y en algunos casos tapa con las manos la boca. A nivel corporal se inclina hacia
atrás y también abre los brazos.
f) Aversión (asco). Esta emoción se produce cuando el objeto o evento que activa la emoción es
algo que la persona quiere evitar por lo desagradable que le resulta. No necesariamente el
activador tiene un aspecto o un olor considerado como desagradable, también algunas conductas o eventos en un contexto específico pueden activar esta emoción. A nivel de
conductas, el sujeto hace una mueca en la que levanta un lado del labio superior y hace un
ligero giro de la cabeza alejándose del objeto; en conjunto, todas las conductas son de
evitación o alejamiento.
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