viernes, 20 de diciembre de 2013

Trastornos de la conducta alimenticia

En la actualidad, la sociedad pone tantas exigencias a la apariencia física y, principalmente, a las mujeres que en el intento de cumplir con esas exigencias mucha gente desarrolla trastornos en su alimentación. De forma particular, estos trastornos son considerados no sólo como un problema de salud mental, sino que tienen fuertes repercusiones en la salud física. 

a) Anorexia nerviosa. En este trastorno hay una alteración en cómo se ve la persona. Cuando una persona se mira al espejo ve en el espejo un reflejo idéntico de lo que es; en este caso no sucede lo mismo, la persona que puede tener un peso promedio o estar muy delgada, se mira en el espejo y lo que ve es a una persona obesa. Como sus criterios de delgadez son establecidos por los modelos sociales que admira en las revistas o en la televisión, decide comenzar a hacer dietas que cada vez son más restrictivas. El resultado de tantas dietas o de horas en el gimnasio tratando de bajar de peso (aunque se encuentre muy delgada), la llevan gradualmente a matarse poco a poco, ya que llega el momento en que su estómago no recibe los alimentos. Este es uno de los trastornos más graves de nuestra época. Tiene una gran incidencia en mujeres jóvenes de sociedades desarrolladas. El problema no es que la persona tenga una delgadez extrema, el problema es que el riesgo de muerte por desnutrición es muy elevado, algunos casos no logran superar la pérdida de nutrientes y mueren. 

b) Bulimia nerviosa. En este trastorno actúan las mismas exigencias sociales por tener un cuerpo perfecto, pero a diferencia del anterior, la persona no deja de comer, pero aplica una serie de medidas tanto o más dañinas para el organismo. En la bulimia, la persona procura dejar de comer, pero cuando le vence el hambre come compulsivamente todo lo que puede. Cuando termina, se siente tan culpable que se provoca así misma el vómito. Otra medida que utilizan las personas con bulimia es consumir laxantes o purgantes para eliminar los alimentos ingeridos. El problema es que con este tipo de medidas empiezan a perder las sensaciones gustativas y con cada vómito se pierden cantidades significativas de potasio, una sustancia fundamental para mantener los músculos fuertes. La consecuencia de la pérdida de potasio usualmente se ve en que mujeres jóvenes, aparentemente sin ningún historial de problemas cardiacos mueran de un infarto (la pérdida continua de potasio debilitó el músculo cardiaco)

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