EDAD MEDIA - V

6. LA BAJA EDAD MEDIA
A partir del siglo XII, se van dando una serie de transformaciones que van dejando de lado el feudalismo, la vida rural y la poca vitalidad comercial y llevan hacia la vida urbana, hacia el surgimiento del comercio local e internacional y por lo tanto el desarrollo de una nueva economía, junto a ello a la formación de monarquías nacionales
A) RESURGIMIENTO DE LAS CIUDADES
Durante la Alta Edad Media, las ciudades perdieron importancia, pero con las transformaciones que se dieron a partir del siglo XI y especialmente en el siglo XII, como el crecimiento de la población y la mayor vitalidad en la economía dada por el comercio, vuelven adquirir la importancia que tenían en el pasado.
Las ciudades comenzaron a crecer y también se expandió la agricultura, que garantizaba así la alimentación para los centros urbanos, que llegaron a tener hasta 50.000 habitantes. Las ciudades crecían fundamentalmente por que la gente dejaba el campo motivada por las oportunidades económicas y sociales que ofrecían. En las ciudades los habitantes eran libres y podían trabajar como artesano o comerciantes y de esta manera mejorar su calidad material de vida.
Las ciudades en la Edad Media, dependían inicialmente de los reyes, pero poco a poco fueron alcanzando su autonomía hasta que lograron autogobernarse y formar su gobierno propio que se llamo municipio o ayuntamiento.
Los municipios se encargaban de la seguridad de las ciudades, de administrar escuelas y hospitales y de cobrar impuestos y multas para mantenerse. En cada ciudad había un alcalde y un concejo, elegido por los ciudadanos.
Con las ciudades surgió un nuevo grupo social importante, los burgueses, que eran hombres libres que vivían de su trabajo, habían diferencias de ingresos, entre ricos y pobres, aunque todos libres. En el nivel inferior los trabajadores sin trabajo fijo, luego los artesanos, los profesionales, los comerciantes pequeños y en la cúspide los mercaderes y grandes empresarios.
Estos grupos sociales se organizaban en gremios, corporaciones, entre los del mismo oficio o profesión y de esa manera se apoyaban y protegían. Había gremios de mercaderes, de comerciantes de artesanos. Una vez agrupados regulaban sus actividades, reglamentaban las condiciones de trabajo y se auxiliaban mutuamente.
Las ciudades entre sí también se apoyaban y protegían, para ello formaban ligas o hermandades de ciudades como las de Italia y las del norte de Europa que formaron la Liga Hanseática.

Una de las características de esta época es la aparición de las Universidades, que eran organizaciones para formar a los ciudadanos, en las diferentes ciencias: derecho, medicina, teología, entre otras. Cada universidad estaba organizada en facultades y estas estaban compuestas por profesores y estudiantes y dirigidas por un decano. Las universidades podían depender de la Iglesia como de los estados.