domingo, 25 de mayo de 2014

La existencia de Dios como un postulado de la razón práctica.

La ley moral nos conduce, en primer lugar, a la moralidad que puede llegar a ser resuelto en una eternidad, en el postulado de la inmortalidad. En segundo lugar, nos mueve a la posibilidad de la existencia del bien supremo o la felicidad, esto es, a la experiencia de una causa a este efecto, o sea, a Dios como necesariamente perteneciente a la posibilidad del bien supremo. "Dios no es el alma del mundo. El concepto de Dios es el concepto de un ser que es causa suprema de las cosas del mundo y es persona. Dios se concibe como un ser supremo, la inteligencia suprema, el bien supremo, el cual posee derechos y es una persona. Un ser para el cual todos los deberes humanos sean órdenes es él."

No hay comentarios:

Publicar un comentario