sábado, 24 de mayo de 2014

El imperativo categórico.

Kant plantea el problema de la ética como la cuestión del bien supremo, los bienes pueden ser buenos para otra cosa o buenos en sí mismos, y Kant dice que la única cosa que es buena en sí misma es la buena voluntad. El problema fundamental aquí queda trasladado no a las acciones, sino a la voluntad que las mueve. Kant hace una ética del deber ser; y una ética imperativa que obligue, pero la mayoría de los imperativos no sirven para fundamentar la ética porque son hipotéticos, es decir, dependen de una condición. Por tanto Kant, busca un imperativo categórico que mande sin ninguna condición, pues la obligatoriedad del imperativo categórica ha de encontrarse en él mismo. Por otro lado, la buena voluntad es la que quiere por puro respeto al deber: "Si yo hago una acción buena porque me gusta o por temor, no tiene valor moral." El imperativo categórico se expresa de diversas formas, pero la fundamental es: obra de modo que puedas creer que lo que haces sea ley universal de la naturaleza.

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