La civilización griega se desarrolló en el mar Mediterráneo entre Europa y Asia. Se inició en Creta, una isla, al mismo tiempo de Egipto y Babilonia. En Creta aparecieron las primeras ciudades estado, con construcciones importantes, así mismo utilizaron la escritura. Esta cultura se la conoce como cretense o minoica, debido a su rey Minos. Creta fue invadida por los aqueos y establecieron una nueva cultura, la micénica, en honor a su ciudad más importante Micenas, fueron fundamentalmente guerreros.
La desaparición de la civilización micénica favoreció al surgimiento de nuevos pueblos, que también se dedicaron al comercio. Entre ellos, los dorios fueron quienes dieron origen a la civilización griega. Gracias a las alianzas con otros pueblos, dominan la península Balcánica, pero no logran establecer un estado unitario sino más bien una serie de ciudades autónomas, llamadas polis. Estas polis están en permanente lucha y no hay una que domine a las otras. Las polis tienen todo lo necesario para autoabastecerse.
Cada polis tiene sus leyes, sus dioses, tradiciones y su moneda propia. La estructura política es diferente, pero todas tienen su rey y un consejo que las gobierna. Se dedican a la agricultura y a la ganadería. Aunque sus dioses son diferentes puede decirse que la religión que profesan es politeísta y antropomorfa. Las polis más importantes de Grecia fueron Esparta y Atenas.
A) ESPARTA
Una polis griega caracterizada por una militarizada organización social y política. Su principal actividad era la guerra y los espartanos pasaban la mayor parte de su vida en cuarteles, ya que su educación estaba a cargo del Estado.
La sociedad espartana estaba jerarquizada y en la cúspide estaban los espartanos, que eran los hombres libres y ciudadanos y los únicos que podían participar de la política. Luego estaban los periecos, o extranjeros dedicados al comercio y finalmente los iliotas que eran los esclavos.
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