El examen es un diagnóstico del estado situacional del proceso enseñanza-aprendizaje dentro del fenómeno educativo. Asimismo, permite cuantificar y cualificar el nivel de satisfacción del aprovechamiento del aprendizaje; además, de evaluar y modificar los procedimientos de la enseñanza y del aprendizaje.
CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA EVALUACIÓN
- Considera a cada alumno como un sujeto de aprendizaje, con sus propias capacidades lingüísticas, competencias culturales, niveles de cognición, etc.
- Es flexible, ya que se realiza a lo largo de todo el curso y no como una instancia única. Ofreciendo varias alternativas además del examen como, trabajos de investigación, monografías, etc., que se pueden desarrollar en el aula o en casa.
- Intenta recabar información útil sobre los saberes que los alumnos van adquiriendo a través de las distintas actividades académicas en las que participan.
- Le da más peso a las fortalezas de los alumnos que a sus falencias o debilidades.
- Se hace partícipe al estudiante de la formulación de los criterios de la evaluación, que a la vez dan cuenta de la percpeción de estos sobfre el proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Incluye como parte relevante la reflexión acerca del aprendizaje como proceso.
- Documenta el grado de avance del estudiante y lo integra en una línea temporal, sobre la base de resolución de consignas significativas desde lo pedagógico.
- Observa el diseño del curso, además de determinar el grado de progreso de los estudiantes.
- Permite que el docente sea capaz de emitir un juicio de valor personalizado acerca del alumno, describiendo en detalle sus logros y los aspectos sobre los que aún deben trabajar a fin de mejorar. Así, la evaluación opera como referente de una situación de partida individual y no como un filtro fijo y universal.
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